Preeclampsia en el embarazo, ¿cuáles son sus síntomas?
Es importante conocer la preeclampsia, puesto que se caracteriza por la manifestación de una tensión arterial superior a 140/90 después de que se cumplan las 20 semanas.
¿Qué es la preeclampsia?
¿Sabías que la preeclampsia afecta al 7-10 % de las mujeres embarazadas, según la Sociedad Española de Hipertensión? Por eso, es importante conocer esta complicación médica que se caracteriza por la manifestación de una tensión arterial superior a 140/90 después de que se cumplan las 20 semanas de gestación. Acudir a las revisiones médicas es crucial para detectarla a tiempo. Pues, si no se trata con antelación, puede tener consecuencias fatales tanto para la madre como para el bebé.
Aunque ya hemos mencionado brevemente qué es la preeclampsia, hay que aclarar que esta elevación de la presión arterial durante la gestación no tiene una causa clara. Algunos profesionales sospechan de que puede tener relación con factores genéticos, nutricionales (por ejemplo, tener obesidad o sobrepeso) o que haya anormalidades en la placenta que puedan provocar un flujo de sangre insuficiente. Debido a su peligrosidad, ya que puede llegar a restringir de manera considerable el flujo sanguíneo y el oxígeno que le llegan al feto, conviene mantenerla bajo control.
Síntomas de preeclampsia
Aunque, a veces, esta complicación en el embarazo no manifiesta síntomas, en algunas ocasiones sí lo hace. Sin embargo, pueden llegar a confundirse con otras patologías menos graves y que se pueden relacionar con el embarazo en sí mismo. Algunos de los síntomas más destacados son:
Náuseas o vómitos:
Estos pueden estar desencadenados por la hipertensión arterial.
Hinchazón en la cara y en las extremidades:
Otro de los problemas que pueden aparecer debido a la preeclampsia y embarazo, son la inflamación en la cara y en las extremidades, que también puede relacionarse con la retención de líquidos, habitual en la gestación.
Dolor abdominal y de cabeza, dificultades para respirar, cambios en la visión y disminución de la producción de orina.
En el momento en el que todos estos síntomas de la preeclampsia aparecen, sobre todo, a partir de la semana 20, es crucial informar al médico que esté llevando el seguimiento del embarazo. Pues, se trata de una urgencia cuyo abordaje temprano es fundamental.
¿Qué riesgos tiene la preeclampsia?
Aunque siempre se habla de los riesgos que la preeclampsia tiene para el recién nacido, la verdad es que estos también existen para la madre. Por tanto, analizaremos cuáles son las consecuencias tanto para la gestante como para el propio bebé que viene en camino.
Para la madre
La preeclampsia que no se trata, y que termina alcanzando valores muy por encima de lo recomendable, puede acabar provocando problemas renales en la madre, así como insuficiencia hepática. En las situaciones más extremas, se han descrito casos de convulsiones y la entrada en coma que pueden resultar fatales.
Para el bebé
Con respecto al bebé, los riesgos están relacionados con la llegada insuficiente de flujo sanguíneo y oxígeno. Esto puede acabar generándole un retraso en el crecimiento e, incluso, que se produzca un parto prematuro. También, la preeclampsia puede aumentar considerablemente las posibilidades de un aborto espontáneo.
Cómo prevenir la preeclampsia
A pesar de que, en ocasiones, no se sabe cuál es la causa exacta de la preeclampsia, sí hay algunas formas en las que se puede prevenir que aparezca. Las más importantes son tres y las detallamos a continuación:
- Acudir a los controles regulares: las revisiones ayudan a saber en qué punto se encuentra la tensión arterial para, así, poder tratarla con el tiempo suficiente, antes de que esta empiece a perjudicar a la madre y al bebé.
- Control del peso: esto es esencial y algo en lo que hacen mucho hincapié los médicos, ya que la obesidad y el sobrepeso son factores importantes para el desarrollo de la preeclampsia. Para ello, además de llevar una alimentación saludable, conviene hacer ejercicio físico regular.
- Reducir el estrés: los factores emocionales también tienen un impacto en la aparición de la tensión alta y, por tanto, es crucial intentar mantenerse tranquila y hacer ejercicios como meditación o yoga prenatal.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento de la preeclampsia dependerá de la situación en la que se encuentre la madre y de los valores de su tensión arterial. Si son demasiado altos y no se puede esperar a que un cambio en el peso o en los hábitos la reduzcan, se puede optar por medicamentos que ayuden a prevenir que la hipertensión siga fuera de control.
Asimismo, hay circunstancias en las que puede inducirse el parto para reducir las posibilidades de que se produzcan complicaciones más graves. No obstante, esto suele ocurrir en situaciones muy concretas y en las que no hay ninguna otra alternativa. A pesar de esto, los controles regulares o acudir al médico ante la presencia de los síntomas sospechosos de preeclampsia es fundamental.
En Hospitales Parque ponemos a tu disposición a nuestra unidad de ginecología con expertos que te ayudarán a realizar un adecuado seguimiento de tu embarazo para evitar la preeclampsia y detectarla con el tiempo suficiente si esta acaba apareciendo:
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