Recomendaciones para proteger tu mascarilla

La obligatoriedad de dejar de usar las mascarillas en espacios exteriores es un paso más para recuperar la normalidad. Sin embargo, no hay que olvidarse que sigue siendo recomendable su uso, además de continuar siendo obligatoria en interiores, así como en cualquier situación en la que no podamos mantener la distancia interpersonal (establecida en 1,5 metros) o en la que se dé una gran concentración de personas.

Por eso, ante esta nueva realidad, en la que la mascarilla nos acompañará a veces puesta, a veces guardada, desde Hospitales Parque, Jesús Timón, director médico de Hospital Parque Marazuela de Talavera de la Reina, comparte un decálogo con recomendaciones de higiene que conviene recordar en este uso intermitente para seguir previniendo contagios:

• Llevar siempre con nosotros la mascarilla al salir de casa. En cualquier momento podemos vernos en la necesidad de tener que realizar alguna compra, encontrarnos con algún conocido al que hace tiempo que no vemos, o bien con alguna aglomeración de persona. En estas situaciones, debemos seguir colocándola de forma adecuada: cubriendo boca y nariz y evitando huecos entre la cara y la mascarilla.
• Guardarla de forma conveniente. Cuando podamos estar sin ella, es mejor guardarla en una bolsa de papel que en una de plástico. Sobre todo, nunca directamente en el bolso o bolsillos en los que pueden estar en contacto con otras superficies. Y, por su puesto, nunca encima de una mesa.
• Ni en el cuello, ni en la frente, ni en el codo. Además de no ser un complemento, de este modo están expuestas a múltiples factores contaminantes con los que posteriormente entraremos en contacto.
• Siempre homologadas. Da igual el tipo, siempre que hayan sido fabricadas bajo homologación. Hoy día encontramos una gran variedad entre los que elegir.
• Mantener siempre la distancia interpersonal. Especialmente si estamos hablando o compartiendo alguna consumición con otras personas, aunque estemos al aire libre.
• Continuar extremando la higiene de manos al ponerla y quitarla. Lavándolas adecuadamente o utilizando una solución hidroalcohólica.
• Seguir respetando su tiempo de uso. Entre 4 y 8 horas, según las recomendaciones del fabricante. En caso de que se humedezca o deteriore por el uso, sustituirla por una nueva. 
• Siempre desecharla en una bolsa o cubo cerrado. Nunca en la calle o en una papelera pública, pues además de atentar contra el medio ambiente, aumentan el riesgo de contagio.
• Si son reutilizables, continuar lavándolas siguiendo las indicaciones del fabricante. Como venías haciendo hasta ahora.
• Y, por último, recuerda seguir manteniendo siempre una correcta higiene de manos. Se estima que sin darnos cuenta podemos tocarnos la cara entre 2.000 y 3.000 veces al día, dato que podría suponer un alto riesgo de contagio.