La rehabilitación cardiaca disminuye en un 30% el riesgo de sufrir un nuevo evento cardiovascular

Los programas de rehabilitación cardiaca  resultan clave para la recuperación de los pacientes que han sufrido un infarto, una cirugía cardíaca o un ingreso por insuficiencia cardiaca, ya que, además de ser muy efectivos, disminuyen hasta un 30% el riesgo de un  nuevo evento cardiovascular, afirma la cardióloga de Hospital Parque Miriam Sánchez.

Coincidiendo con la celebración, el próximo domingo, del Día Mundial del Corazón, señala que “esta terapia mejora de la calidad de vida y la capacidad funcional de los pacientes, al mismo tiempo que favorece el control de los factores de riesgo cardiovascular y disminuye la ansiedad y los miedos a los que se enfrentan los afectados por estos eventos”.

En esta línea, destaca que, además del apoyo por parte de un equipo multidisciplinar de diferentes especialistas, Hospital Parque cuenta con una Unidad de Rehabilitación Cardiaca, que incluye la incorporación de la actividad física de la mano del cardiólogo y del fisioterapeuta, al mismo tiempo que dispone del único centro de rehabilitación en fase tres de Tenerife, a través de la Unidad de Deporte y Salud, destinada a los pacientes que desean incrementar su práctica de ejercicio.

Miriam Sánchez explica que, tras un infarto o un evento cardiaco, los pacientes se enfrentan a muchos miedos que frenan su recuperación. El principal se centra en las posibilidades de recuperar su vida anterior, tanto desde el punto de vista personal como laboral.


 

A esto se suma su preocupación respecto a los efectos secundarios del tratamiento posterior que tienen que seguir de por vida, así como el temor a no poder retomar la vida sexual o padecer una disfunción eréctil.

Respecto a este último punto, señala que los mismos factores de riesgo cardiovascular que producen el infarto o que aumentan el riesgo de cardiopatía isquémica, como son la diabetes, la hipertensión o el colesterol, aumentan las posibilidades de sufrir disfunción eréctil. Por ello, apunta, es necesario una valoración por parte de un urólogo para descartar estas complicaciones. A su vez, agrega, que un ajuste de la medicación puede reducir los efectos secundarios asociados a la disfunción eréctil o la disminución del apetito sexual.

Asesoramiento y seguimiento médico

La cardióloga de Hospital Parque insiste en que la recuperación de las pautas de vida anteriores dependerá de lo que haga el paciente tras el infarto, aunque está condicionada al tipo de evento que han sufrido y a sus secuelas.

Por ello, señala, contar con un asesoramiento y seguimiento por parte de un equipo profesional especializado incrementa las posibilidades de que la persona pueda volver a sus rutinas habituales.

Entre las medidas que deberá incorporar se incluye la eliminación de los malos hábitos en alimentación, así como del consumo de tabaco y alcohol y el sedentarismo. Además, deberá contar con un seguimiento del tratamiento y de la actividad física por parte de los especialistas.

En este sentido, advierte que en el caso de los deportistas o personas que realizan una elevada actividad física este aspecto debe ser especialmente tenido en cuenta, ya que, pese a que puedan llegar a recuperar su actividad, las cicatrices que produce un evento en el corazón puede incrementar el riesgo de arritmias y de complicaciones.