Hospital Parque Tenerife refuerza su servicio de nutrición, dirigido al asesoramiento personalizado en lo que a las pautas de alimentación y hábitos de vida saludable se refiere. Con ello, explica la dietista nutricionista Claudia García González, se pretende abordar tanto el tratamiento de problemas de peso como el establecimiento de pautas y dietas que garanticen la salud digestiva.
En esta línea, señala que la nutrición es un aspecto que repercute directamente en la salud en general, por lo que es necesario incorporar unos hábitos alimenticios adecuados, adaptados a cada persona.
La dietista nutricionista explica que “uno de los principales problemas se centra en la ausencia de una educación nutricional en la población, lo que provoca que en muchas ocasiones los pacientes presenten insuficiencias nutricionales que repercuten en algunos de los problemas más habituales, como patologías del tipo de la enfermedad inflamatoria intestinal y otros desórdenes digestivos, que se traducen en episodios de estreñimiento, diarrea, gases o reflujo”. Asimismo, afirma que el actual ritmo de vida hace que factores como el estrés agraven este tipo de alteraciones.
Avanza que las consecuencias de una mala alimentación van más allá y pueden afectar al estado de otros órganos, de los huesos y articulaciones, de la piel e incluso de la memoria.
Claudia García González precisa que desde el servicio de nutrición de Hospital Parque, trabajando coordinadamente con el servicio de digestivo, se lleva a cabo un estudio personalizado de cada paciente para conocer su estado general. Para ello, se hace una valoración de los hábitos de vida y alimentación que sigue. Además, se tiene en cuenta las analíticas y otras pruebas que sean necesarias en cada caso.
A partir de ahí, apunta, se establece un tratamiento nutricional, que incluye una estructura de menú adaptado a sus necesidades. En esta línea, la dietista nutricionista insiste en que es necesario incorporar los nutrientes que requiere cada persona y que debe incluir una cantidad de proteínas suficientes y las grasas correctas. A esto se suman otras pautas, entre las que figuran evitar el consumo de productos procesados y azúcares añadidos.
Claudia García González destaca también el papel que juegan otras medidas, como el ayuno fisiológico de 12 horas que se realiza desde la cena hasta el desayuno, que reporta beneficios como el descanso del tracto digestivo, además de permitir un sueño reparador. Sin embargo, advierte de que el ayuno no debe plantearse como una alternativa para compensar los excesos de comida.
Añade que, unido a la dieta, se debe incorporar la práctica regular de ejercicio físico, en especial de fuerza, adaptado a cada persona, que favorece la salud ósea.