En los últimos años han comenzado a aparecer nuevos trastornos relacionados principalmente con las nuevas tecnologías. Según relata Kevin Arbelo, psicólogo de Hospital Parque Tenerife, las redes sociales son uno de los principales responsables de un fenómeno conocido como FOMO, acrónimo en inglés de Fear of Missing Out o "miedo a perderse algo". Este concepto describe la ansiedad que surge al sentir que otros están experimentando momentos gratificantes o significativos sin nuestra participación. Aunque siempre ha existido en menor medida, la hiperconectividad digital lo ha amplificado, convirtiéndolo en un fenómeno cultural de gran relevancia.
¿Qué es el FOMO?
Cuando hablamos de FOM, hacemos referencia a la sensación de insatisfacción y frustración que ocurre al comparar nuestra vida con la de otros. Esto ocurre normalmente al ver publicaciones en redes sociales que nos muestran como otras personas viven experiencias, logros o grandes eventos. Cuando esto ocurre, el FOMO se puede manifestar de las siguientes formas:
- Ansiedad por no estar al tanto de lo que sucede.
- Deseo compulsivo de revisar las redes sociales.
- Sentimientos de exclusión o insuficiencia al ver las actividades de los demás.
¿Por qué sentimos FOMO?
Sentir FOMO viene motivado de diferentes factores. Dentro de los mismos destacamos los siguientes:
Comparación social: Como bien sabemos, los humanos somos seres sociales por naturaleza, es por esto que comúnmente tendemos a comparar nuestras vidas con la de los demás. Es una forma de evaluar en qué punto social nos encontramos. Las redes sociales han elevado este comportamiento, ya que, nos ofrecen información social de forma constante.
Miedo al aislamiento: De forma natural, el ser humana tiene la necesidad de pertenecer a un grupo, de estar conectado a una sociedad. El FOMO se puede manifestar por la sensación de no formar parte de este grupo, de quedar en cierto modo, excluidos de las actividades sociales.
Refuerzo intermitente: Por otro lado, las notificaciones y publicaciones tienen el efecto de recompensas impredecibles. Es decir, nunca sabemos cuando vamos a recibir una nueva notificación, es un caso similar a las máquinas tragaperras.
Las redes sociales han convertido al FOMO en un fenómeno cada vez más común dentro de nuestra sociedad. Las fotos de vacaciones perfectas, reuniones sociales llenas de risas y éxitos profesionales constantes proyectan una ilusión de vidas ideales. Estas imágenes no solo ocultan las dificultades cotidianas, sino que también crean una falsa sensación de competencia por "vivir al máximo".
Igualmente, el hecho de poder acceder a esta información de forma constante y en cualquier lugar, nos genera presión por estar en todas partes y participar en todo.
Consecuencias del FOMO
El FOMO, trae consigo una gran cantidad de efectos negativos, entre los que destacamos los siguientes:
¿Cómo combatirlo?
Aunque el FOMO es común, existen estrategias para mitigarlo:
Del FOMO al JOMO
Además del FOMO, ha comenzado a aparecer un nuevo concepto conocido como JOMO (Joy of Missing Out o "alegría de perderse algo). Este nuevo enfoque promueve disfrutar de la desconexión de las redes y valorar el tiempo personal sin la necesidad de estar informado de cada detalle. Adoptar el JOMO implica redescubrir la satisfacción en la simplicidad y el equilibrio.
Finalmente, podemos concluir con que, el FOMO es un recordatorio de cómo la tecnología puede influir en nuestra percepción de la vida y en nuestras emociones. Aunque no podemos eliminarlo por completo, podemos aprender a gestionarlo con estrategias conscientes y un enfoque más equilibrado hacia las redes sociales y las relaciones.