El control de lunares, clave en la prevención y diagnóstico precoz del melanoma

El control de los lunares que aparecen en la piel es una herramienta fundamental de cara a la prevención y detección precoz del melanoma, afirma el dermatólogo de Hospital Parque Tenerife, Roberto Conca.

Coincidiendo con la celebración, el próximo martes, del Día Mundial contra el Melanoma, señala que la población debe tomar conciencia de este tipo de medidas preventivas, en línea con los protocolos seguidos con otros tumores, como el de mama o próstata. Un seguimiento que, explica, debe realizarse de forma periódica desde la infancia, con el fin de poder detectar cualquier cambio.

El melanoma está considerado como el tipo más grave de cáncer de piel y su formación se produce en las células que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. Por ello, su presencia está asociada en algunos casos a la evolución de un lunar que llega a malignizarse, mientras que en otros casos aparece como una lesión principal.

Destaca que Hospital Parque incorpora tecnología de última generación en lo que a epiluminiscencia (estudio de los lunares) o dermatoscopia digital se refiere, mediante la realización de un mapeo automático del cuerpo entero, que, a través de un barrido, detecta las lesiones pigmentadas y que se captan a través de imágenes de muy alta resolución. Asimismo, con la ayuda de un sistema de inteligencia artificial, se obtiene un análisis completo de la lesión, incluyendo aspectos clave como su medida, color, diámetro, circunferencia y estructura, además de establecer el índice de malignidad, en caso de que se trate de una lesión sospechosa.


 

El dermatólogo Roberto Conca señala que con esta técnica, el especialista cuenta con la información necesaria para realizar una primera valoración de los lunares y valorar si es necesario extirparlo, además de establecer los controles posteriores que considere en cada caso.

Añade que este tipo de análisis es fundamental y debería llevarse a cabo de forma habitual, en especial en puntos geográficos como las islas, donde la presencia continuada de sol a lo largo de todo el año, además del riesgo de quemaduras solares incrementan las posibilidades de que se produzcan este tipo de lesiones pigmentarias.

Por otro lado, señala que, aunque la utilidad de la epiluminiscencia está asociada a la prevención y detección precoz de tumores, permite además realizar estudios de otras lesiones cutáneas.