El verano es una época esperada por muchos: días más largos, tiempo al aire libre, vacaciones y una atmósfera de relajación que nos invita a disfrutar. Sin embargo, con la llegada del calor y las actividades veraniegas, también surgen desafíos para mantener una alimentación saludable. Para no perder los esfuerzos realizados durante el resto del año, hemos consultado a Cati Neus Abraham, licenciada en nutrición y dietética del Hospital Parque Llevant, quien nos ofrece valiosos consejos para adoptar hábitos alimenticios y deportivos sanos durante el verano, sin ser demasiado restrictivos.

Caprichos si, pero con moderación

El verano es sinónimo de helados, tapas y comidas fuera de casa. Cati Neus Abraham anima a disfrutar de estos caprichos con moderación. No se trata de ser excesivamente restrictivo, sino de encontrar un equilibrio. “En verano, vamos a restaurantes con más frecuencia, y está muy bien. Pero hay que intentar también en el restaurante encontrar algunas opciones saludables que se puedan disfrutar, incluso en una pizzería. De entrante, pedir por ejemplo una ensalada, y luego, en vez de comerse la pizza entera, pedir una para compartir”.

Igualmente, la nutricionista aconseja ir con cuidado con los azúcares y alimentos procesados. “No siempre hay que pedir un postre o un helado. Veo que muchas personas en el restaurante piden postre casi por costumbre. No es necesario comer dulce con cada comida, es mejor comerlo cuando realmente apetezca”. Y en estos casos, optar a veces por alternativas con menos azúcar refinado, como un yogur natural con fruta, o fruta de temporada, aconseja la experta del servicio de nutrición y dietética del Hospital Parque Llevant y Laserclinic Manacor.

Un helado ocasional o una cena especial no arruinarán los esfuerzos realizados durante el año, siempre y cuando se mantenga la moderación y se equilibren con opciones más saludables el resto del tiempo.

Hidratación y el alcohol en verano

La hidratación es fundamental, especialmente en los meses de calor. La especialista del servicio de nutrición y dietética recuerda que es esencial beber al menos dos litros de agua al día para mantener el cuerpo hidratado y en funcionamiento óptimo. Evitar bebidas azucaradas y alcohólicas en exceso es crucial, ya que pueden deshidratar y añadir calorías vacías a nuestra dieta.

“No digo que no se pueda beber ni una cerveza o un vino en verano, pero tampoco hay que empezar con la ingesta de alcohol ya a las diez de la mañana y seguir así hasta la noche”.

Alternativas al bocadillo en la playa

El verano es la época ideal para disfrutar de una amplia variedad de frutas y verduras frescas. Sandía, melón, fresas, tomates y pepinos son solo algunos ejemplos de snacks saludables, que conviene tener siempre preparados y al alcance para no caer en la tentación de solo comer bocadillos cuando entra el hambre en la playa o durante una excursión. También aconseja los frutos secos, “dips” como el guacamole o el hummus, o incluso el chocolate negro de 80% como alternativa a los dulces menos saludables.

Mantenerse activo

“Nuestro objetivo como nutricionistas es enseñar a las personas a comer bien y también a integrar el ejercicio en la rutina diaria”, explica Cati Neus Abraham, quien recuerda que el tiempo libre en verano es ideal para empezar a moverse o mantener esa costumbre. “Aunque solo sea un paseo en la playa y por poco tiempo… siempre es preferible moverse, aunque sean 15 minutos, a estar todo el tiempo sentado en el sofá”.

Mantener hábitos saludables durante el verano no significa renunciar al placer y la relajación. La nutricionista del grupo hospitalario con sedes en Porto Cristo, Manacor y Felanitx recuerda que es importante adaptar la dieta al estilo de vida individual. “No es bueno ser extremadamente restrictivo durante todo el año, sino cada uno tiene que adoptar las costumbres que mejor pueda integrar en su estilo de vida, al trabajo y el deporte que hace. Para esto estamos nosotras: para enseñar a comer bien y a hacer deporte”.